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La originalidad portuguesa

No se necesita mucho para que el presidente de la Federación Portuguesa de Judo se vuelva hablador. Cuando se trata de judo en su país, es inagotable. En silencio, con calma y con una sonrisa, explica por qué el judo portugués está actualmente en auge. Hay múltiples razones para eso.

Obviamente, el tema principal durante todo el fin de semana fue el Grand Prix de Portugal 2022, que se llevó a cabo no lejos de Lisboa, en el Complexo Municipal dos Desportos da Cidade de Almada. Para Jorge Fernandes, el éxito del evento se basa en una combinación de factores y sobre todo en todo el esfuerzo que ha hecho en los últimos años la selección federal, desde los directivos hasta los atletas, pasando por todos los integrantes de la familia del judo portugués, que sigue creciendo.

Este desarrollo, que se ha hecho particularmente visible en las últimas temporadas, es de hecho el resultado de años de trabajo y estructuración de los que el presidente Fernandes se siente heredero. De hecho, el judo apareció en Portugal cuando un maestro japonés, Kiyoshi Kobayashi, vino a instalarse allí e importó el deporte y sus valores. Desde entonces, el judo ha seguido progresando para hacer de Portugal un actor importante en la escena internacional.

En un primer acercamiento, a Jorge Fernandes le gusta subrayar que el judo portugués está fuertemente inspirado en la enseñanza del Maestro Kobayashi y el Kodokan, antes de añadir que él también ha imbuido su judo del espíritu portugués, hecho de originalidad y de un fuerte deseo de descubrir el desconocido.

Don Fernandes recibió la prestigiosa estatua de Jigoro Kano, realizada por la empresa Herend Porcelain

Siendo Portugal un país acogedor, a la vez que abierto, no es de extrañar que el judo haya encontrado un terreno fértil en la tierra de Vasco da Gama y Fernando de Magallanes y que ahora tenga ganas de brillar en el mundo. El Grand Prix y los resultados obtenidos por los atletas nacionales son los ejemplos más emblemáticos de ello.

Sin embargo, no es solo una cuestión de voluntad, también requiere organización y en eso precisamente se ha concentrado Jorge Fernandes durante su primer mandato como Presidente y durante el actual segundo mandato. Su objetivo ahora es claro: confirmar los buenos resultados y, si es posible, superarlos. Para ello habrá que afrontar nuevos retos, pero su equipo está preparado.

Lo que caracteriza a la Federación Portuguesa de Judo es precisamente la unidad que muestran en los momentos difíciles. El más reciente que ha afectado a todo el mundo es obviamente la pandemia pero, paradójicamente, Portugal apretó las líneas y fortaleció su capacidad para hacer grandes cosas.

Jorge Fernandes durante los Campeonatos del Mundo de Veteranos y Kata

En cuanto a resultados, obviamente recordaremos los títulos mundiales de Jorge Fonseca y las innumerables medallas de Telma Monteiro. También podemos destacar la bellísima medalla de oro de Catarina Costa durante el primer día del Grad Prix y el cierre apoteósico ayer del propio Fonseca. En el aspecto organizativo, recordaremos que Portugal organizó con éxito los Campeonatos del Mundo de Veteranos y Kata a finales de 2021 y que a principios de la temporada 2022 albergará el primer gran premio de su historia. 

Pero Jorge Fernandes ya ve más allá, porque en tres o cuatro años puede ver que este torneo se convierta en un Grand Slam. Caso a seguir.

Las tres dimensiones que caracterizan a la federación nacional son la unidad, la cooperación y el respeto mutuo, nociones que se han reforzado durante la era COVID, simplemente porque sin esto nada era posible.

Jorge Fonseca, bicampeón del mundo

El judo en Portugal ahora es reconocido por su seriedad y su capacidad para hacer que el país brille en la escena nacional e internacional. Las dificultades encontradas aquí como en otros lugares se han convertido en una fuerza de desarrollo que no detendrá al presidente Fernandes y todo su equipo, unidos en torno a él, en el corto plazo. 

Hay tradición en el judo portugués pero también una buena dosis de originalidad. Sin duda, es la combinación de los dos lo que funciona tan bien.

FUENTEIJF/Nicolas Messner

FOTOSIJF

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