En una demostración de habilidad, técnica y determinación, Fran Garrigós, el aclamado número uno mundial en la categoría de los menos de 60 Kg, se alzó hoy con la medalla de oro en el Grand Prix de Linz, ratificando su estatus como una de las principales esperanzas de España para los próximos Juegos Olímpicos de París. Este triunfo en Austria no solo subraya su dominio en el judo mundial, sino que reafirma su excelente estado de forma en este inicio del 2024.
Desde el comienzo del torneo, su superioridad fue evidente. Dominó a todos sus rivales con una destreza encomiable, comenzando con el guatemalteco José Ramos a quien venció por la ventaja máxima. Acto seguido, continuó su racha victoriosa contra el cubano Jonathan Charon al que derrotó por 2 wazari, para luego repetir este marcador ante el kazajo Kanat Seilkhan.
En la semifinal el competidor de Dojo Quino derrotó de wazari al número 24 del mundo, el neerlandés Tornike Tsjakadoea. Su enfrentamiento en la final lo realizó contra al francés Cedric Revol, 16 del rnaking mundial. Mostrando su habilidad para controlar el combate desde el principio, el madrileño se adelantó en el marcador a poco de iniciar, gracias a un magistral wazari, que remató posteriormente con una inmovilización que consolidó su segundo wazari y, selló su triunfo definitivo.
Este éxito se suma al bronce obtenido en el Grand Slam de París el pasado mes de febrero, mostrando una escalada impresionante de Garrigós en el pódium internacional. El mejor deportista español del 2023, no solo exhibe su maestría en el tatami sino que también inspira a una nación entera que ve en él un verdadero campeón. Su técnica, tanto de pie como en el suelo, demuestra su versatilidad y comprensión profunda del deporte. Es esta mezcla de habilidad, estrategia y pasión lo que lo ha llevado a la cima del mundo en judo.
Fran celebra el oro junto a "Rorro" Ruiz
Con los Juegos Olímpicos de París en el horizonte, la medalla de oro en Linz no solo refuerza la posición de Garrigós como uno de los deportistas más destacados de España, sino que también envía un claro mensaje a sus rivales del mundo: Fran Garrigós es un judoca de talla mundial, con los ojos bien puestos en la victoria olímpica. Este triunfo en Linz no es solo una victoria más en su carrera, sino un paso firme hacia su sueño olímpico, donde el sueño del podio se puede convertir en una bella realidad.
FOTOS: IJF/Emanuele Feliciantonio