La nipona-canadiense Christa Deguchi consiguió escalar hoy a lo más alto de este evento mundialista registrando así el mayor triunfo de su joven carrera deportiva. Tal vez la jovencita que representó a su país natal (es originaria de Nagano) en mundiales junior, conquistando un bronce en 2013 y una plata en 2014, jamás pensó que Tokio la vería coronarse como Campeona Mundial Senior, pero bajo otra bandera.
El recorrido realizado hoy por la joven de 23 años, mejoró así la actuación del pasado año en Bakú en la cual había obtenido la presea de bronce.
Sin embargo la historia de hoy en el tatami del Nippon Budokan ha sido otra y desde la primera salida al tatami Christa, animada por un gran grupo de familiares, compañeras de entrenamiento y amigos (reside gran parte del año en esta nación), mostró que venía a apoderarse del oro al derrotar en poco más de un minuto a la rusa Konkina, 25º del mundo de un eficaz trabajo de estrangulamiento.
En la segunda ronda la serbia Rogic, 37º en la lista universal era la que cedía de Ippón en apenas 39 segundos de otro excelente trabajo al Ne waza. En cuartos de final se repusó de un temprano wazari ante la jovencita francesa Cysique, subcampeona mundial junior en 2018 y actualmente en el puesto 19 del Ranking Mundial y la despachó de un espectacular Ippón de harai goshi para plantarse en semifinales.
La búlgara Ilieva, 30º de la lista univeral, también sucumbia por el Newaza en apenas un minuto, dejando el camino libre a Deguchi para la disputa del oro. Su oponente sería la reina en título, la japonesa Tsukasa Yoshida que había derrotado a la francesa Receveaux, a la holandesa Verhagen, a la polaca Kowalczyk y en semifinales a la campeona olímpica Silva (BRA), en todos los casos por la ventaja máxima.
Todo quedaba listo para el plato fuerte de la jornada, un enfrentamiento de dos rivales que se conocen muy bien y como era de esperar el combate contó con altos vuelos técnicos y una gran intensidad y dado el equilibrio de estas dos grandes judokas, la definición solo se materializó en el golden score mediante un sublime Tani otoshi puntuado de wazari y que le otorgó a Canadá su primera medalla de oro a este nivel, además de prolongar la imbatibilidad de Crista en este 2019 (oro en Grand Slam de Paris y Ekaterimburgo, oro en Grand Prix de Montreal y oro en Campeonato Panamericano).
“No hay muchos judokas de Japón que hayan cambiado de nacionalidad, por lo que fue un poco extraño que lo hiciera e incluso estuviera tres años sin competir internacionalmente porque de ese modo lo establece la Federación Internacional. Todos confiaron en mí y aquí estoy. Quiero ser también la primera campeona olímpica del judo canadiense”, declaró al final del combate por el título.
“Mis compañeros canadienses me estaban animando y eso me hizo pelear aún mejor. Sin embargo, igualmente sentía el respaldo del público porque al final éramos dos nacidas en esta tierra”, finalizó en la conferencia de prensa la nueva monarca del orbe.
El podio se completó con la Campeona Olímpica, la brasilera Rafaela Silva, que suma su tercer metal mundialista (ya atesoraba un oro en 2013 y una plata en 2011) y la sorprendente jovencita polaca de 21 años Julia Kowalczyk, que se alza con su primera medalla en citas del orbe.
En pocos minutos continuarán las acciones en el femenino con la apasionante categoría de los menos de 63 Kg. La gran favorita es la francesa Clarisse Agbegnenou oro en los mundiales de 2017 y 2018, pero hay dos duras rivales acechando para intentar arrebatarle su diadema, la eslovena Tina Trstenjak, actual Campeona Olímpica y la local Miku Tashiro, plata universal en 2018. Mientras tanto sigamos disfrutando del buuen judo de este mundial.
FOTOS: IJF