El mítico judoka japonés, Toshihiko Koga falleció este miércoles según información recogida por medios de prensa escrita de su país natal y la televisión pública nipona.
Koga era una de las estrellas del Judo más popular en su país y falleció a los 53 años víctima de un cáncer. Personas del entorno de esta leyenda de nuestro deporte comunicaron la noticia sobre su deceso y que desde el año pasado luchaba contra esta enfermedad al someterse a una operación y recibir tratamiento médico.
Nacido en 1967 en la prefectura de Fukuoka, al suroeste del país, pero criado en la vecina región de Saga, comenzó a acudir a la prestigiosa escuela de judo Kodogakusha de Tokio recién acabada la educación primaria.
Sumó varios títulos domésticos de manera consecutiva en su juventud y su primer logro internacional destacado fue la medalla de bronce en la categoría de menos de 71 Kg en el Mundial de Essen, el año antes de su debut olímpico en los Juegos Olímpicos de Seúl de 1988, cita en la que cayó eliminado en tercera ronda.
De ahí en más sus habilidades continuaron creciendo y se convirtió en la perfecta y explosiva combinación entre potencia y técnica, que maravillaba a todos con su judo dinámico, espectacular e innovador.
El nipón conseguiría llevarse los títulos mundiales senior de Belgrado 1989 y Barcelona 1991. Posteriormente acudió como capitán de la selección de la delegación masculina japonesa a los Juegos Olímpicos de Barcelona 1992, cita en la cual se consagró definitivamente al adueñarse del oro en su categoría de peso, a pesar de padecer una grave lesión en el ligamento de la rodilla izquierda durante un randori con Hideko Yoshida (oro olímpico en Barcelona 92 en la categoría de los menos de 78 Kg).
Tras un breve retiro, retornó para competir en la categoría de los menos de 78 Kg y se llevó el oro en el Mundial Senior de Chiba en 1995 y cayó en la final de los Juegos Olímpicos de Atlanta 1996 ante el francés Djamel Bouras.
Su retirada definitiva del mundo de la competición se concretó en 2000 y se convirtió en seleccionador femenino antes de fundar su propia escuela de judo en la ciudad de Kawasaki (al sur de Tokio) donde se formó la judoka Ayumi Tanimoto, doble Campeona Olímpica de la categoría de los menos de 63 Kg en las ediciones olímpicas de Atenas 2004 y Pekín 2008.
Koga toda una celebridad en su país y en el mundo entero, estuvo desde el 2007 ejerciendo como director general de la International Pacific University en la Prefectura de Okayama y también disfrutaba de los genes y la pasión por el Judo que había transmitido a su hijo Genki Koga, que ya había conquistado el título mundial cadete (Sarajevo 2015) y junior (Nassau 2018).
Koga celebra el oro olímpico de Ayumi Tanimoto (-63 Kg) en Atenas 2004
El portavoz del Gobierno japonés, Katsunobu Kato, lamentó la muerte de Koga en rueda de prensa y destacó sus logros, como el oro de Barcelona pese a su lesión de rodilla y “su contribución a formar a las jóvenes generaciones en el judo”.
A lo largo de su trayectoria Koga hizo uso de su espectacular tokui-waza. La habilidad que tuvo con su peculiar Ippón seoi nage, lo convirtió en prácticamente imparable y admirado a partes iguales en todos los campeonatos.
Hoy se nos ha ido el hombre que se convirtió en ídolo de multitudes, además de marcar una época en los tatamis del mundo y hacernos comprender (una vez más) la belleza de nuestra arte marcial.
El cielo ha ganado una nueva estrella.
Sayonara Sensei Koga.
FOTOS: IJF/Kyodo/David Finch
