El nipón Naohisa Takato (-60 Kg) ha hecho buenos los pronóticos y ha capturado un nuevo oro mundial, en lo que constituye su tercer titulo después de los obtenidos en Rio 2013 y el pasado año en Budapest, a los que hay que sumar un bronce conseguido en el Mundial de Chelyabinsk 2014, con lo que totaliza cuatro metales en citas universales.
Takato fue de lejos el mejor competidor de la categoría, su fantástico judo unido a su gran potencia y reflejos encima del tatami lo han convertido en un judoka más seguro y que al mismo tiempo nos deleita con sus técnicas. Takato que venció en la final al ruso Mshvidobadze de wazari, mostró que es capaz de adaptarse o imponerse (como quiera entenderse) a cualquier estilo de judo, sea este más o menos tradicional.
Con este triunfo y a pesar aún de la lejanía, el nipón se coloca en punta para representar a la nación del Sol Naciente en los Juegos Olímpicos de 2020, frente a su gran rival el japonés Nagayama al que derrotó preciamente en la semifinal en el golden score por wazari y que recaló en el tercer puesto. El quehacer del tricampeón mundial en Bakú se vio coronado con otras cuatro victorias (Eslovenia/Moldavia/Holanda/Azerbaiyán) todas ellas por la ventaja máxima.
El podio quedó completo con el bronce del rocoso georgiano Amiran Papinashvili, que se sacó el mal sabor de boca del Europeo de este año (5º Lugar), alcanzando con esta su segunda medalla mundial después de la Chelyabinsk 2014.
Mañana continuamos con las acciones masculinas de los menos de 66 Kg, en las que el portento nipón Hifumi Abe, intentará reeditar el triunfo de Budapest. Hagan sus apuestas…
FOTOS: IJF