Probablemente sea la persona que más disfrutó de su tiempo en Budapest. También es probable que continúe haciéndolo durante muchos años, pero la primera vez siempre tendrá un sabor inmejorable.

La jovencita ya tiene un historial envidiable, sabe lo que es ganar, pero primero, la tarjeta de presentación. Su nombre es Szofi Ozbas, tiene 19 años y es húngara. En este momento de su vida, ya ganó la medalla de oro en los Juegos Olímpicos de la Juventud, es campeona del mundo junior y tres veces campeona europea junior. Es lo que se llama un prólogo prometedor.

El Grand Slam de Budapest fue su primer torneo en el World Judo Tour. Es como entrar a una discoteca por primera vez y descubrir que lo que hay dentro es mejor de lo que pensamos.

Ozbas llegó a la fiesta y de inmediato llamó la atención al ganar sus dos primeros combates. El tercero fue el mejor momento para ella porque perdió, pero no contra cualquiera; fue derrotada por la actual Campeona Olímpica y finalmente la ganadora del Grand Slam, Tina Trstenjak. Puede parecer contradictorio, pero no lo es porque los campeones no se construyen en un día. Es un largo proceso de aprendizaje y Ozbas es la mejor alumna de su generación.

Después de perder, tuvo una charla relajada con Trstenjak, en la que la campeona explicó el secreto de su éxito: "Necesitas una estrategia y ceñirte al plan, tomar decisiones e implementarlas". Estas fueron las palabras de la eslovena.

Ozbas destacó lo bien que la habían recibido las veteranas del World Judo Tour, "Me he sentido muy bien porque me han recibido con los brazos abiertos y he aprendido muchas cosas".

La joven judoka es natural, sin reparos en confesar que tenía un nudo en el estómago antes de su primera pelea. "Estaba nerviosa, por supuesto, pero tan pronto como pisé el tatami me concentré y pude desarrollar mi judo".

Su primera fiesta en la discoteca más selecta terminó con una medalla de bronce, un enfrentamiento contra la campeona olímpica y unas nuevas amigas.

Szofi Ozbas

Luego, también, está el detalle de su cinturón, el único marrón que brillaba como un faro en medio de una tormenta. Ella también tiene una respuesta para eso. "Podría tener un cinturón negro, pero me gusta el color marrón".

Inteligente, talentosa y divertida, recuerden su nombre, Szofi Ozbas, porque se está formando una nueva estrella en la galaxia del judo.

FUENTE: IJF/Pedro Lasuen

FOTOS: IJF/Gabriela Sabau