La diferencia entre un Dojo y un gimnasio es la misma que entre un Sensei y un entrenador. La misión de formar personas íntegras más que deportistas y obtener valores más que medallas.
Un Sensei debe promover en los alumnos el respeto, el valor, la honestidad, la fortaleza, la disciplina y la responsabilidad. Los discípulos deben obtener una visión real de la vida a través de la práctica del Judo, Saber que las metas se alcanzan luchando, que la vida no es siempre justa, y no es siempre fácil. Que algunas veces se gana, otras se pierde y las derrotas son siempre aprendizajes, que siempre debemos conservar la dignidad, la humildad y el respeto a nosotros mismos y a los demás,
En el Judo lo importante es el Do, el camino, el aprendizaje constante, el proceso de mejorarnos siempre a nosotros mismos. Si nos concentramos en el Do, los objetivos se cumplen y las metas se alcanzan, al igual que sucede en la vida.
Por ello un Sensei tomará la responsabilidad de guiarlos por el camino de la suavidad, enseñándoles que lo aprendido no es nada comparado con lo que falta por aprender, siempre desde la humildad que los fortalecerá y lo convertirá en mejores judokas y personas.
