El nipón Joshiro Maruyama (-66 Kg) consiguió imponerse hoy en esta categoría de peso en la que a priori aparecía como uno de los grandes favoritos junto a su compatriota y bicampeón mundial Hifumi Abe.
Su camino hacia el título comenzaba ante el checo Petrikov al que liquidaba con su marca distintiva (Uchi mata) de un doble wazari. En la siguiente ronda batió al esolveno Gomboc, Campeón de Europa en 2018 por Ippón de otro precioso Uchi mata. El uzbeco Nurillaev, 20º en la lista mundial fue el siguiente derrotado por Maruyama, en este caso de wazari (Tomoe nage).
El compromiso de cuartos de final ante el rocoso egipcio Abdelmawgoud, Campeón de África 2019 lo solventó con otro gran Ippón de Uchi mata.Todo quedó listo para lo que era considerado como "la final adelantada" y era el encuentro de semifinales contra su compatriota Hifumi Abe.
El inicio del doble titular del mundo fue fulminante ante Maruyama que en poco más de dos minutos acumuló dos sanciones por no combatividad y falso ataque. Sin embargo a partir de ese momento Abe amainó sus impetus y poco a poco Maruyama fue "entrando" en el combate. En el punto de oro más de lo mismo de dos rivales que se conocen muy bien (solo en los últimos 10 meses se han enfrentado en tres ocasiones), Maruyama más animado iba colando el uchi mata cada vez que podía y Abe iba realizando ataques muy intermitentes.
Una sanción por falso ataque a Hifumi, le dio el empujón a Maruyama que con una excelente finta y cambio posterior de dirección consiguió el wazari decisivo que la otorgó el pase a la gran final y la tercera victoria consecutiva sobre su oponente.
La final la realizó contra el surcoreano Lim-Hwan Kim, que este año había obtenido dos medallas en el Circuito Mundial IJF (plata en el Grand Slam de Dusseldorf y oro en el Grand Prix de Hohhot) y eliminó a pesos pesados como el georgiano Margvelashvili y el moldavo Vieru, y que aprovechó de forma perfecta la ausencia de su compatriota An, plata olímpica en Rio 2016 y bronce mundial 2018 debido a sanción disciplinaria, para sacudirse el estigma de "segundón" en su nación.
En este encuentro por coronarse en la cumbre mundial el local se imponía de un doble wazari (Uchi mata y Koshi guruma) que lo hacía acreedor de la corona universal en su estreno mundialista.
Maruyama dio muestras de un judo desenfadado, con un variado repertorio técnico, aliado a un sentido de desplazamiento y oportunidad increíble en busca siempre del Ippón. En resumen un competidor de los que da gusto ver sobre el tatami con su plasticidad y elegancia, que enamora con su Judo y que hoy ha conquistado el oro con toda justicia.
Completaron el podio el joven moldavo Denis Vieru, que escala su primer podio a este nivel. El otro bronce iba al cuello del nipón Hifumi Abe, que a pesar de no revalidar el título, consigue su tercer metal mundial consecutivo en eventos de esta categoría.
Mañana se realizarán las acciones masculinas de los menos de 73 Kg, en la cual el mítico campeón Shohei Ono intentará repetir los triunfos que ya obtuvo en 2013 y 2015. ¿Lo conseguirá? Hagan sus apuestas…
FOTOS: IJF