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La preparación da sus frutos

Aquí está el análisis técnico después de tres días de intensa competencia en Kazán. Durante tres días hemos vivido hermosos momentos de judo, algunos de los cuales quedarán marcados en la mente de las personas.

Conservaremos, por ejemplo, los nombres de Makhmadbek Makhmadbekov y Madina Taimazova; dos nombres que simbolizan la nueva generación rusa que ha surgido en Kazán. En un estilo que combina potencia física, precisión técnica y un enfoque táctico, la selección rusa aprovechó al máximo el grand slam celebrado en su país, para acumular puntos y experiencia. Aquellos que no estarán en Tokio este verano seguirán estando presentes en los principales eventos internacionales en un futuro próximo.

Sabemos que construir un campeón olímpico o mundial no sucede de la noche a la mañana y es obvio que Rusia ya está construyendo un futuro que podría ser brillante.

A medida que la temporada de clasificación se acerca al final, hemos visto competidores cada vez más fuertes que ya no están lejos de su mejor forma. Para algunos será para los Campeonatos del Mundo y para otros será para los Juegos; el arte del entrenamiento será criticado a su llegada, en buena forma, al Día D, que es hacia lo que los entrenadores de todo el mundo trabajarán ahora.

En la final de la categoría -90 kg, se destaca el dominio de MURAO. Corresponde al judo japonés que conocemos y amamos; el que busca el movimiento perfecto, ejecutado con la sensación del menor esfuerzo. No se equivoque, requiere mucho trabajo y automatización. Son esas horas de ensayo, uchi-komi y randori, realizadas en los entrenamientos, las que, el día de la competencia, en la final de un grand slam, hicieron que MURAO realizara el ataque con perfecta sincronización contra el TRIPPEL alemán que sin embargo ofreció muy cosas bonitas durante todo el día.

El Grand Slam de Kazán mostró una fisonomía muy variada, donde la generación joven se elevó al nivel de los atletas confirmados. Si la lista de clasificación es un buen indicador del nivel de los atletas, es bueno ver que los más jóvenes y los de menor rango están ansiosos por demostrar de lo que son capaces.

Las penalidades siguen siendo un elemento táctico importante para ganar o no. Como señaló Attila Ungvari, en un buen día el que gane será el que no se equivoque y que podrá lanzar, como hizo perfectamente el segundo día. No obstante, es cierto que muchos competidores siguen siendo penalizados por descuido, lo que los perjudica cuando podrían concentrarse en un judo más positivo. Llevar un penalidad porque mantienes las manos en el mismo lado del judogi sin atacar es un poco tonto. Encontrarte con una o dos sanciones en tu contra te pone en una situación estresante que no siempre te ayuda a tomar las decisiones correctas.

Otro punto a destacar de estos tres días de competición fue el aumento del número de ataques dentro del ataque del oponente. Hemos tenido varios ejemplos, incluido el de MURAO, ya mencionado. Esta es una vez más una señal reveladora de la precisión que están adquiriendo los atletas. Durante todos los meses sin competencia, no había sido posible desarrollar los automatismos, pero con varios eventos desde enero y campos de entrenamiento también, el nivel de judo está subiendo. Todo está funcionando para el placer de los espectadores y aficionados al judo. Esta mejora también se refleja en movimientos que se vuelven absolutamente espectaculares, como la bajada de FREY contra SIMIONESCU. Este último de repente pareció pesar 60 kg mientras se elevaba por el aire.

Otro punto a destacar es el hecho de que cada segundo cuenta en un combate de judo; tanto el primero como el último. Vimos que los encuentros comenzaban muy rápido y los competidores ganaban en menos de quince segundos. Es hora de un hajime, para medirse y luego el primer ataque puede ser el correcto. También hemos visto partidos ganados con gong, como el de BILALOV que anotó a dos segundos del final para ganar el bronce.

Todavía hay mucho que decir sobre el Grand Slam de Kazán. Cabe señalar que aunque Japón llegó con una pequeña delegación, el país se marcha con casi una caja llena, tres medallas de oro y una de bronce; eficacia sagrada.

En unas semanas los Campeonatos del Mundo abrirán sus puertas y aún tendremos la oportunidad de detallar qué está pasando en el tatami que nos hace amar tanto el judo. Mientras tanto, los atletas de todo el mundo se están preparando para dar lo mejor de sí mismos.

FUENTEIJF/Nicolas Messner

FOTOSIJF/Gabriela Sabau

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