Estrellas del Judo Judo Estados Unidos Judo femenino Noticias

Kayla Harrison: “El judo salvó mi vida”

Mujeres fuertes hay en todos lados, ya que tienden a librar batallas que nunca comentan, pero detrás de cada mujer se esconde una historia.

Quien dice que la mujer es frágil, es no saber el valor que tiene y este es el caso de la judoka Kayla Jean Harrison, quien a muy temprana edad fue foco de los reflectores. Desde muy pequeña se encontraba muy ligada al Judo y destacó a una corta edad en los tatamis.

La judoka estadounidense, a sus 22 años logró subir a lo más alto del podio Olímpico en Londres 2012,al recibir la presea dorada en la categoría de 78 kilos y sus ojos brillaban a pesar de las lágrimas que recorrían su rostro.

Toda una leyenda, la estadounidense nació un 2 de julio de 1990, en  Middletown, una ciudad ubicada en el condado de Butler en el estado estadounidense de Ohio. La deportista logró llegar a donde ningún otro había llegado antes. Convirtiéndose en la primera estrella de su país, masculina o femenina, en ganar el oro olímpico. Aquella niñita, que soñaba con ser la mejor del mundo en algo, se consagró, a los 26 años como doble campeona olímpica, en Londres 2012 y Río 2016.

Pero detrás de todo éxito hay que librar obstáculos que se presentan en la vida de cualquier persona. El sobresalir para una mujer es un trabajo arduo. El acoso sexual, el maltrato, es el tema del dia a dia. La flor que crece en la adversidad es la más rara y hermosa de todas, ella es Kayla Harrison.

Ella no se quedó callada y gritó a los cuatro vientos la injusticia por la que ella pasaba:"El judo salvó mi vida", "El deporte me dio un objetivo y algo por lo que levantarme".

"Si no hubiera tenido deporte cuando era adolescente, quizá no estaría aquí".

Tras sus lágrimas se escondía una historia de superación que ella misma se atrevió a desvelar. A la edad de 16 años fue abusada sexualmente por su primer entrenador cuando era adolescente, Harrison a menudo consideró abandonar sus ambiciones, e incluso contempló el suicidio.

Kayla tuvo la valentía de contarlo y fue en el año de 2006, donde se hace pública esta historia. Daniel Doyle, su entrenador en aquellos momentos de adolescencia fue denunciado y condenado a diez años de cárcel, y a pesar de la dureza del drama vivido por Kayla, esto le sirvió de trampolín para su resiliencia y convertir este trauma en llama que arrasó con todo en los tatamis.

"El deporte fue para ella la luz al final del túnel", comentaron fuentes cercanas a su entorno.

Su logro más importante es el que libró con la vida misma.Con arrojo, perseverancia y fortaleza Kayla pudo superar este terrible drama y salir adelante para brillar con luz propia en los tatamis del mundo.  

Harrison se mudó con 16 años a Boston y comenzó a formar parte del grupo del entrenador de los Olímpicos de Estados Unidos y excampeón mundial Jimmy Pedro buscando un nuevo comienzo después de su dura experiencia.

Pero los 'Pedros', como se les conoce en Estados Unidos, ya sabían de la valía de la judoka y se empeñaron en ayudarla a usar ahora ese deporte para superar la traumática experiencia.

La deportista en ciernes estaba trabajando 50 horas por semana en una ferretería para pagar el alquiler, junto con sus lecciones en el aula y en el tatami.

Pero poco a poco se inculcó la autodisciplina del judo y su espíritu de lucha brilló.

Es de vital importancia rodearte de personas en el camino de tu vida, que te den luz, en ese trayecto de oscuridad, por el que a veces transitamos.

"Era una cuestión de miedo para mí. De no haber estado en un buen lugar me hubiera perdido", comentó.

Los resultados pronto llegaron, con Harrison coronada dos veces el campeonato nacional sénior de Estados Unidos antes de cumplir 18 años.Y de ahí continuaron los triunfos, una medalla de oro en el Campeonato Mundial Junior 2008, en Bangkok y otra de plara en París 2009 .Apenas un años despué en el Campeonato Mundial Senior realizado en la cuna de la disciplina del Judo: Japón, se erguía con el título universal y apenas con 20 años.

Una serie de títulos de Grand Prix y Grand Slam le siguieron en su división de peso semipesado, lo cual la convirtieron antes de los Juegos Olímpicos de Londres 2012, en una de las favoritas. Y llegó el gran día en el que Kayla confirmó este favoritismo y derrotó a 4 rivales para acariciar por primera vez la gloria olímpica.

Sin embargo después de este éxito la competidora de Ohio no se conformó y se puso como nueva meta repetir la proeza olímpica y en Rio 2016 luego de derrotar a cuatro oponentes hacía nuevamente historia y se convertía en bicampeona olímpica para cerrar con broche de oro su carrera competitiva en los tatamis.

Harrison señaló que no podría haberlo hecho sola.

"No soy la única que ha hecho sacrificios", "Mis entrenadores, mi familia, todos los doctores que me han sujetado la rodilla con cinta adhesiva o me han ayudado a recuperarme de una lesión, cualquiera que se haya enamorado de mí o haya luchado conmigo, me ayudó a tener éxito", comentó.

"Es un estilo de vida difícil. Pasé la mitad de mi vida viviendo de una maleta, yendo a Japón, Alemania, Reino Unido… Pero no cambiaría ni un segundo porque dieron una oportunidad de ver el mundo a una niña de un pueblo en medio de la nada de Ohio".

Luego de su segundo éxito olímpico, la Asociación de Judo de los Estados Unidos (USJA) otorgó a Kayla el cinturón negro de 6º DAN, convirtiéndola en la persona más joven en los Estados Unidos en recibir este rango. A partir de ahí se marcó nuevos retos y decidió comenzar a prepararse para incursionar en la MMA en la cual milita con éxito aplastante al punto de estar invicta en 12 presentaciones en el octágono.

Judoka que con su resiliencia consiguió reconvertir su dolor en motor para su logro personal. Que no calló, pero que tampoco se dio por vencida. Su historia puede ayudar a muchas personas que pasan por una situación similar.  

Leyenda judoka donde su vida fue un parteaguas  de tristezas, alegrías,tragedias, éxitos, lágrimas, sentimientos, pero sobre todo de ejemplo férreo de nunca darse por vencida. Ejemplo fehaciente de mujer empoderada, que marcó huella en el olimpo de la vida misma,

Su nombre: Kayla Harrison.

FUENTE: Para Judo Noticias desde México de Josefina Rosas González/Pedro Kolychkine

FOTOS: USA Judo/AP Images

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *