El nipón Hifumi Abe (-66 Kg) revalidó hoy la corona alcanzada el pasado año en Budapest 2017. El joven de apenas 21 años firmó una jornada sin grandes apuros que le permitió catapultarse a lo más alto del podio mundial por segundo año consecutivo.
Su primer combate ante Cadet (HAI) solo duró un Hajime (10 segundos) que solventó con un gran Ippón . En segunda ronda ante el transalpino Medves más de la misma receta en apenas un minuto. Su tercera salida al tatami la resolvió frente al moldavo Vieru de wazari, para plantarse en cuartos contra el siempre espectcular ucraniano Zantaraia, pero Abe finiquitó rápidamente este trámite con un doble wazari que lo colocó en la semifinal ante el surcoreano An.
Ya en esta instancia la incógnita no era quién ganaría, sino cuánto conseguiría aguantar el rival de Abe y efectivamente el subcampeón olímpico de Rio 2016, planteó un combate muy táctico y defensivo que se decidió en el punto de oro por wazari a faver del judoka que más hizo por la victoria.
La final contra el sorprendente kazajo Yerlan Serikhanov (vencedor de los israelitas Flicker, Shmailov, y el mongol Gandbold, entre otros pesos pesados de esta categoría) fue apenas un puro trámite para Abe que desde el inicio buscó el ansiado Ippón, que consiguió poco después de un minuto por un precioso Uchi mata (curiosamente la misma técnica con la que minutos antes había ganado su hermana la final de los menos de 52 Kg).
Abe mostró no solo un dominio casi absoluto en el tatami, sino que además con su judo detallista, aliado a su físico privilegiado, siempre va en busca del ataque para el Ippón, lo cual le añade si se quiere mayor mérito a sus triunfos. Los Juegos Olímpicos de Tokío a pesar de su lejanía en el tiempo, tienen un serio aspirante al título en este joven que con su actuación de hoy continúa cimentando su leyenda de invencibiidad.
Completaron el podio el siempre espectacular Zantaraia que derrotó de wazari a Flicker (ISR). El judoka que ya está por cumplir los 31 años es todo arrojo, plasticidad e intuición nata encima de un tatami, un lujo verlo realizar su judo sin especular el resultado, no por gusto con la de hoy conquistó su sexta medalla en mundiales (2009/2010/2011/2013/2014). Mientras que el otro bronce fue a las manos del surcoreano An que derrotó a la sorpresa del dia, el joven brasilero Daniel Cargnin y así se alzó con su segundo metal en citas del orbe, después del titulo de Astaná 2015.
Hoy ha sido un día histórico para el judo mundial, por el triunfo de los hermanos Abe, por la victoria del buen judo que mostraron y por la coincidencia en la técnica que les otorgó el ippón definitivo y con ello el título a ambos y los que seguramente lo celebraron más que nadie fue un par de padres de apellido Abe, que no dejaron un minuto de agitar sus banderas al son de las victorias de sus retoños.
Mañana en las acciones masculinas de los menos de 73 Kg, el nipón Soichi Hashimoto intentará repetir el triunfo de Budapest 2017 y emular a sus colegas Takato y Abe. ¿Lo conseguirá? Hagan sus apuestas…
FOTOS: IJF
