El Dojo: Lugar sagrado, donde realizamos el estudio y vamos adquiriendo conocimientos, que no solo nos adiestran físicamente, si no lo que es más importante, nos inician en el despertar a la divinidad que hay en nuestro interior.
Esto es de una manera muy simplificada la definición de Dojo, es "el lugar" la escuela de vida para nosotros. Sala que en multitud de ocasiones esta impregnada por el olor a sudor, muestra clara del entrenamiento físico, pero que se entremezcla con el olor del incienso, ofrenda de purificación a nuestros maestros que ya no están con nosotros, aunque de esta manera permanecen por siempre en nuestros corazones, ofrenda al mismo tiempo de purificación para la sala y sus alumnos.
La decoración debe de ser sencilla en su interior, predomina la madera y los materiales que llamaríamos naturales, cada una de sus paredes posee su propio nombre y adquiere un significado propio, siendo la pared principal "Kamiza" la pared donde se situara el altar, en dicho altar situaremos la foto del fundador del judo, acompañándolo siempre de los ideogramas "judo" en Japonés, bajo la foto del fundador podemos colocar una referencia de la naturaleza viva, que suele ser algo verde, unas flores, pino, etc. Sobre la base del altar ponemos el incienso como símbolo de la purificación, colocamos una vela que encenderemos a inicio de las clases como símbolo de la presencia constante y viva de nuestros maestros; en los días especiales a demás depositaremos sobre la base del altar las ofrendas al estilo del ritual Shinto, en recuerdo y agradecimiento.
Enfrente de esta pared está el "Shimoza ", que está en el lado opuesto del "Kamiza" y es en donde todos los alumnos se sitúan en seiza (sentados de rodillas), colocándose en primer lugar y a la derecha mirando en dirección del "Kamiza" el alumno de mas alto nivel de grado, y en realidad no tanto por el propio grado si no por lo que representa, pues será la persona de mas experiencia, la persona más antigua, seria como el hermano mayor de la familia y ocupa el lugar que le corresponde no como exhibición de su destreza si no como el que da ejemplo a seguir, es el alumno que se ocupa y cuida normalmente de trasmitir la tradición y costumbres del Dojo y cuida y vela por su cumplimiento, es también normalmente la persona que en ausencia del maestro, debe hacerse cargo de la enseñanza de las clases, por ello mas que un signo de poder es realmente un signo de entrega y responsabilidad.
El suelo será de colchonetas que amortiguan la practica, sobre todo por las caídas, puede ser de diversos materiales, aunque lo suyo es que no sea excesivamente duro, ni blando, lo justo para no lastimarse.
En las paredes laterales: "Joseki " (lado derecho mirando al "Kamiza ) "Shimoseki " (lado derecho mirando al "Kamiza ), suele ponerse algún cuadro o fotografía de o de los maestros que el Dojo sigue, o algún Kanji que hace referencia a alguna de las explicaciones o mensajes del Fundador del judo. Ultimamente los tiempos modernos han permitido disponer de unos vestuarios y duchas muy aceptables, cosa que antiguamente no todos disponían.
Todo esto pertenecería a la explicación física del propio "Lugar" ¿pero porque le consideramos un lugar sagrado?, pues porque en ese lugar es en donde realizamos nuestra comunicación con el aspecto espiritual o divino de cada ser Humano, sin entrar en religión particular alguna, pues estoy seguro que sea quien sea la Divinidad real, lo será de todos por igual, sin ninguna distinción posible, ni por la raza, el color, cultura, País, economía, religión, grado etc.
Por esta razón vemos como los alumnos antes de entrar a la sala se descalzan, en un gesto que como sabemos simboliza el pisar lugar sagrado como hacen los musulmanes antes de entrar en sus mezquitas o como hizo Moisés de la religión Judaica cuando Dios se le apareció en el Monte Sinaí.
Seguidamente se efectúa una reverencia inclinando el cuerpo hacia a delante hacia el "Kamiza" , como signo de humildad y reverencia, como pidiendo permiso para ser aceptado en la clase y como señal de gratitud por poder compartirla, inmediatamente se dirige al lugar que le corresponde y se sienta en seiza, en silencio, como señal de respeto y sosiego para la mente, es el momento del día en que podemos desconectar de los problemas que arrastramos en nuestro cerebro y en donde mirando hacia el altar empezamos a sentir nuestra propia respiración, de esta manera nuestro cuerpo y nuestro espíritu de una manera inconsciente se esta preparando ya para el inicio.
En cuanto el maestro entra este se sitúa enfrente del altar pero mucho mas cercano de la pared "Kamiza" , en la misma postura que los alumnos sentado de rodillas, en ese momento da comienzo la clase, incluso antes del saludo, es un momento muy especial, frente al altar y a los maestros que nos legaron sus enseñanzas y que ya no se encuentran entre nosotros, en primer lugar el darles las gracias por ello, seguidamente damos pasos a la reflexión de dos preguntas que el maestro Hikitsuchi Sensei dijo que nos hiciéramos en esos momento y que fuéramos reflexionando sobre ellas "¿por qué practicamos judo?" Y "¿para que practicamos judo?" . Es por lo tanto un lugar y unos momentos especiales que nos conducen a comprende el mensaje del judo y en la mediada que nos comprometemos e integramos en el, nos lo va devolviendo con creces poco a poco aquello que vamos necesitando a cada momento.
El Dojo es la casa donde estamos invitados a entrar, pero siempre será porque su inquilino os permitirá entrar, no solo hasta la puerta que conduce al jardín de la entrada, si no que os invite a entrar hasta el interior de la casa y seas admitido como un miembro mas de la familia, de este modo maestro y alumno se fusionaran de tal manera que el Lugar o Dojo proporcionaran la magia necesaria para que ocurra el milagro de la comunicación de Alma a Alma, que es la única manera de poder llegar en toda su magnitud y esplendor; por todo ello tratar siempre con mucho amor el Dojo, cuidad de él, protegerlo como si fuera vuestra propia casa, sentiros parte de él, impregnaros de su Ki, de su energía, de su olor, de todo cuanto sus paredes os cuenten.
El dojo es un templo, un lugar sagrado.
El lugar más indicado para la práctica del Judo (y de otras artes marciales), es el dojo , un sitio que además de servir para la instrucción de las técnicas que caracterizan a esta actividad, cumple con la función de otorgar una estancia tranquila en las apréndices, en donde puedan sentarse a meditar y relajarse de vez en cuando.
Los dojo fueron concebidos en Japón como lugares destinados a buscar siempre la perfección en todos los ámbitos del ser humano, que comprendían la parte espiritual, la física, la ética y la mental.
Las partes esenciales que componen los dojo son las siguientes:
Kamidana. Se trata de un altar asociado a las prácticas sintoístas, que tradicionalmente representa a los espíritus de seres antepasados, por medio de la presencia de retratos y objetos simbólicos.
Tokonoma. Es la ubicación en donde se encuentra colocado el Kamidana.
Kamiza. Parte en donde toma asiento el profesor encargado de dirigir las sesiones de Judo.
Shimoza. Lugar frente al kamiza en la cual los aprédices se acomodan según el grado al que pertenezcan, así como su edad.
Así mismo, los dojo se encuentran construidos por tres partes fundamentales, que reciben nombres especiales:
Shomen. Se refiere al muro que se encuentra en el lado opuesto a la puerta de acceso al dojo . Lo ideal es que este orientado hacia el norte, pues de esta forma se mantiene presente la costumbre japonesa de ubicación en este tipo de espacios.
Joseki. Extremo derecho en donde se distribuye a los practicantes que cuentan con mayor destreza y trayectoria, en lo referente al dominio del Judo.
Shimoseki. Extremo izquierdo que alberga a los principiantes, quiénes apenas pretenden iniciarse o pasar a los grados mayores en el aprendizaje del Judo.
El objetivo más destacado de los dojo , es el de convertirse en sitios apartados del materialismo de las personas.